Una inusual ola de violencia ha sacudido al estado de Minas Gerais, el segundo más poblado de Brasil, dejando al menos 24 camiones y varios automóviles incendiados en menos de 24 horas.
Los ataques comenzaron durante la tarde del domingo y se extendieron hasta entrada la madrugada de este lunes en la región metropolitana de Belo Horizonte, capital del estado, y 16 ciudades.
Además de los autobuses, fueron atacados tres bancos y algunas dependencias públicas, informó el departamento de prensa de la Policía Militar de Minas Gerais, ubicado en la región sudeste del país.
SE REPLICAN DELITOS
La Policía Militar reconoció la posibilidad de que detrás de los ataques coordinados haya facciones criminales que actúan en el estado. Tampoco descarta la posibilidad de que hayan participado atacantes solitarios que al ver varios episodios de violencia replicaron los delitos.
Hasta el momento 12 personas han sido detenidas por su participación en los hechos y se investiga su posible pertenencia a grupos criminales.
Los altos niveles de violencia son un problema que atraviesa por completo el territorio brasileño. En los primeros tres meses del año se produjeron más de 11 mil asesinatos, de acuerdo con el Monitor de la Violencia que depende de la Universidad de Sao Paulo.
Los números del año pasado muestran que los estados más violentos son Sergipe (64 muertes cada 100 mil habitantes), Río Grande do Norte (56.9) y Alagoas (55.9), todos ellos en la región nordeste.
FACCIONES CRIMINALES
Como correlato de la realidad crítica que vive el país en materia de seguridad y violencia, en febrero el gobierno de Michel Temer decretó la intervención federal en el estado de Río de Janeiro, uno de los principales destinos turísticos de Sudamérica y segunda economía del Brasil detrás de Sao Paulo.
El comandante Flávio Santiago, asesor de la Policía Militar, aseguró que no solamente hubo ataques en Minas Gerais. “Tenemos facciones criminales actuando en todo Brasil, esos ataques no ocurrieron solamente aquí. Tenemos información de que hubo en Sao Paulo y Rio Grande do Norte”, dijo.
Para evitar nuevos hechos de violencia, mientras avanzan las investigaciones la Policía Militar reforzó su presencia en las calles y colocó escoltas en el servicio de transporte público.